Kevin Feige y los demás mandamases marvelitas han hecho muy bien su trabajo con 'Black Panther' en múltiples aspectos, siendo el primero y más importante de ellos el haber dado libertad creativa a Ryan Coogler para que haga suya la producción; algo que afecta directamente al notable apartado sonoro de la misma, logrando un acabado absolutamente épico.
El Infiltrado del KKKlan (BlacKkKlansmann), se trata de la última película dirigida por el mítico Spike Lee, cuya historia está basada en el libro Black Klansman del autor Ron Stallworth. Después de tener su particular premier en el el Festival de Cine de Cannes 2018, El Infiltrado del KKKlan (BlacKkKlansmann) llegó a España el pasado 9 de agosto con una gran expectación y un reparto encabezado por John David Washington, Adam Driver, Topher Grace, Laura Harrier, Corey Hawkins, Robert John Burke, Isiah Whitlock Jr., Damaris Lewis y Jasper Pääkkönen. La película ha contado con el mismo equipo de producción de la ‘aclamada’ Get Out que tanto lo petó el pasado 2017, pero otro de sus grandes puntos fuertes es una banda sonora compuesta por el reputado músico de jazz y compositor Terence Blanchard (The Comedian, Malcom X, Talk To Me). Por otro lado, además de la música original del señor Blanchard, la película también ofrece la posibilidad de escuchar otras canciones de artistas como James Brown, Ray Ben Rue,The Temptations o incluso un tema inédito hasta hace bien poco por parte del fallecido Prince.
Tish es una joven de Harlem que se ve obligada a luchar contra reloj para probar la inocencia de su novio Fonny, del que lleva un hijo en su interior. Basada en la novela de James Baldwin, es una celebración del amor incondicional a través de la historia de una joven pareja, sus familias y sus vidas, tratando de llevar a cabo justicia sin más armas que el amor y la promesa del sueño americano.
Tal vez Wes Anderson haya pinchado definitivamente la burbuja de simétrico jabón que protegía su solipsista universo. Si, en 'El Gran Hotel Budapest' (2014), se permitía el lujo de reinventar la Europa del huevo de la serpiente, la que vaticinó Stefan Zweig desde su errabundo exilio, en 'Isla de Perros' toma buena nota de la crisis de los refugiados, de las corruptelas y los abusos del absolutismo capitalista y de la necesidad perentoria de responderlas desde la unión hace la fuerza del pueblo llano. Los valores de la solidaridad y la democracia rechazan cualquier asomo de sumisión. No es que los comentarios políticos de la nueva maravilla de Wes Anderson ladren más alto que su feroz y lúdico sentido de la aventura, pero, si hay algo que la diferencia de la espléndida 'Fantástico Sr. Fox' (2009), su primera incursión en la animación stop-motion, es, precisamente, su preocupación por buscar (y dar con) la luz en una sociedad que está a punto de sucumbir a las tinieblas sistémi- cas del poder. Más allá de su afición por el apropiacionismo, más allá de su tendencia a encapsular sus universos en preciosas cajas de bombones, el cine de Wes Anderson parece haber adquirido, por fin, una dimensión histórica.
Más que para convocar a nuevos feligreses, El regreso de Mary Poppins llega para tocar la fibra nostálgica de los viejos parroquianos y erizarles el vello, sobre todo a los ya reumáticos sexagenarios que vimos Mary Poppins (1964) cuando se estrenó, acompañados de un par de madalenas y un batido de chocolate (con pajita, poco antes de que esta palabra perdiera para siempre el diminutivo). Todo, en la película de Rob Marshall, remite al clásico de Robert Stevenson: los decorados escrupulosamente recreados, los colores… El chiflado almirante Boom (antes Reginald Owen, aquí el venerable David Warner) sigue puntualmente disparando cañonazos desde su terraza. Y ahí sigue Dick Van Dyke, en la piel de Mr. Dawes Jr., hijo de uno de los personajes que encarnó en el original (queda la duda de si sus dinámicos pasos de baile, a sus 93 tacos, son reales o digitales). Otros personajes han desaparecido pero tienen su equivalente: la pintoresca Topsy (Meryl Streep) haría las veces del ingrávido tío Albert, y la anciana de las palomas (la entrañable Jane Darwell) es ahora la anciana de los globos (Angela Lansbury, en el rol que Julie Andrews declinó). Es como volver al patio de recreo, o a la tienda de golosinas más grande jamás contada. No se le puede pedir a El regreso de Mary Poppins otra cosa que lo que es: un superespectáculo infantil lujoso, alegre y trivial, con números musicales más que aceptables (el de las farolas es de veras hermoso). En cuanto a Emily Blunt, la nueva Poppins, parece estar de paso, como el propio personaje: antes una convidada de piedra que una verdadera protagonista.
Nominadas mejor canción 2019
'All the stars' de Kendrick Lamar para 'Black Panther'
I'll Fight' de Diane Warren para 'RBG'
'The place where lost things go' de Marc Shaiman para 'El Regreso de Mary Poppins'
'Shallow' de Lady Gaga para 'Ha Nacido una Estrella'
'When a cowboy trades his spurs for wings' de David Rawlings para 'La Balada de Buster Scruggs'